De ese 39 por ciento que se considera oficialista, cuatro de cada diez
dicen que son peronistas y tres de cada diez, kirchneristas. Eso
presupone una base ideológica muy fuerte. Hay que agregar que el 51 por
ciento tiene buena o muy buena opinión de Alberto Fernández; Axel
Kicillof alcanza el 49 por ciento de aprobación y Cristina Kirchner el
45 por ciento.
Está claro que un punto fuerte del FdT es el plan de
vacunación. Tanto en el plano nacional como en el plano provincial, hay
una aprobación de lo hecho superior al 65 por ciento, es decir que
supera en mucho a los que se consideran oficialistas. Pero un dato de
máxima importancia es que para el votante los temas económicos son
fundamentales: mencionan la marcha de la economía, la inflación, el
trabajo y en tercer lugar, la inseguridad. Pero para Bacman, lo que
prima es la marca: “el FdT tiene mucha fuerza y ya lo veíamos antes de
designarse a los candidatos. Es una marca muy poderosa en terreno
bonaerense. Y se basa en la unidad del peronismo, la vacunación y en ir
encontrando una salida a la pandemia. Una clave estará en la mejora
económica y en que las mejoras impacten en el ciudadano común. Del otro
lado, siempre están, para mí, las operaciones políticas y mediáticas.
Hay que ver cómo absorbe el oficialismo esas jugadas que tienden a
potenciar el odio”. Cuando se pregunta directamente por el voto, el FdT
obtiene el 38,4 por ciento y Juntos el 30,2. Son más de ocho puntos de
diferencia. Pero la proyección de los nueve puntos de indecisos, le
permite al CEOP diagnosticar 43,7 por ciento a 34,4, algo más de nueve
puntos de ventaja.