La decisión se conoció este miércoles, luego que la dependencia
conducida por Alberto Abad presentara el lunes pasado una denuncia penal
contra los titulares del Grupo Indalo, Cristóbal López y Fabián De
Sousa, por el presunto delito de insolvencia fiscal fraudulenta.
La
cuestión cobró vida el último fin de semana, luego que una
investigación periodística publicada por el diario La Nación hiciera
público que la firma Oil -propiedad del Grupo Indalo- retuvo la
liquidación de 8.000 millones de pesos correspondientes al pago del
impuesto a los combustibles.
El plan de facilidades de pago se
implementó para posibilitar la regularización de las obligaciones
impositivas, de los recursos de la seguridad social o aduaneras, así
como sus intereses y multas.
Entre las excepciones al régimen
figuran las deudas por un conjunto de ítems, entre ellos las retenciones
y percepciones; el IVA por servicios en el exterior; los aportes
previsionales de monotributistas; las cuotas destinadas a ART y los
aportes al Renatea, a lo que ahora se añade el impuesto a los
Combustibles.
El plan no implica reducción alguna de intereses
resarcitorios y/o punitorios, como tampoco liberación de las pertinentes
sanciones y/o cargos suplementarios.
La tasa de interés de
financiamiento depende del momento en que se consolide el plan, los
ingresos del contribuyente y el concepto de lo que se adeuda, y va desde
2% hasta la tasa nominal anual del Banco Nación para plazos fijos más
un 6% anual.
El plan puede ir de 3 a 24 cuotas mensuales, iguales y
consecutivas, de no menos de 500 pesos para los planes de deudas de
autónomos y monotributo, o mil para el resto de los planes.
En lo
que respecta a la denuncia presentada el lunes por la AFIP contra
Cristobal López, la entidad oficial sostuvo que “el presunto delito se
basaría en que se habrían simulado una delicada situación financiera que
exige un readecuamiento del flujo líquido para afrontar deudas y, por
otro lado, la existencia de un estado patrimonial suficiente para hacer
frente, eventualmente, a la refinanciación de la deuda impositiva”.
En
la presentación sostienen que la maniobra en cuestión se habría
desarrollado en cuatro pasos: en el primero, “Oil Combustibles” percibía
el Impuesto a la Transferencia a los Combustibles de parte de los
distintos operadores de la cadena de valor; luego la empresa obtenía
sucesivos Planes de Pago, para refinanciar la falta de ingreso de las
referidas sumas “cuya procedencia estaría viciada en la ausencia de los
requisitos legales y reglamentarios que hacen a su otorgamiento”.
En
la tercera etapa concretaban una presunta "readecuación periódica de
estos planes incumplidos, con anterioridad al inicio de un proceso de
cobro compulsivo de deuda” y luego realizaban el traspaso de las sumas
retenidas por Oil Combustibles SA en el Impuesto a la Transferencia a
los Combustibles, a distintas empresas que componen el Grupo Indalo.
Este tipo de maniobra se habría extendido por espacio de cuatro años, desde el 2012 hasta el 2015 inclusive.