En Rosada, se niegan rotundamente, y no se vislumbra ningún acuerdo, a
dar marcha atrás con el decreto de Macri que anuló una resiolusión de su
antecesora Cristina Kirchner, que extendía un fallo de la Corte Suprema
a todas las provincias y le daba el 35% de la coparticipación a las
provincias.
El plan contempla un pronto acuerdo con los fondos
buitre, sobre todo después de que el Gobierno presentara el viernes
pasado su oferta de pago, publica el diario La Nación.
Hasta
ahora, esa vía tomó la provincia de Buenos Aires que logró la aprobación
legislativa después de un duro enfrentamiento con el kirchnerismo para
endeudarse por $60.000 millones, una cifra menor a la que había
promovido María Eugenia Vidal con el envío del presupuesto para este
año, pero muy superior a los $20.000 millones que había solicitado la
gestión anterior en el último mandato de Daniel Scioli.
El mismo camino siguió Mendoza, conducida por el radical Alfredo Cornejo, aliado político del macrismo, y Neuquén.
En
tanto, Alicia Kirchner, gobernadora de Santa Cruz, rechazó esa
posibilidad tras la última reunión que mantuvo con el ministro del
Interior, Obras Públicas y Vivienda, Rogelio Frigerio. El miércoles
pasado directamente acusó al Presidente de "ahogar financieramente" a su
distrito y denunció que las obras, que "en un 97 por ciento son
financiadas por la Nación, están paralizadas".
El Gobierno
retaceó fondos para Santa Cruz con el argumento de que el 9 de
diciembre, el último día de la gestión anterior, se aprobó la última
partida de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) que salió de Balcarce 50, y
fue para el distrito kirchnerista.
"Hasta ahora todos tomaron
muy bien el pedido, menos Alicia Kirchner", puntualizó un funcionario
del área política de la Casa Rosada, que consideró que el rechazo de la
gobernadora está relacionado a una posición política histórica del
kirchnerismo en contra del endeudamiento externo, consignó el matutino.