Tomada, junto a su par bonaerense, Oscar Cuartango, y el jefe de
Gabinete provincial, Alberto Pérez, se reunirán primero con el sindicato
a cargo de Roberto Fernández, que ya mostró su desacuerdo con el
comportamiento de los choferes al manifestar que es "un conflicto
político porque los delegados no quieren más al grupo Dota".
En
tanto, al mediodía, el ministro recibirá a miembros de la comisión
interna de la línea 60 que reclaman la reincorporación de 53 despedidos,
el cese del acoso laboral a los delegados y mejores condiciones de
trabajo, confirmaron a Télam fuentes de la cartera laboral.
La
jueza María Servini de Cubría levantó ayer la restricción que existía
para sacar los colectivos desde las terminales a prestar servicio pero
dispuso que para ello se le ajustara el mecanismo de la tarjeta SUBE,
con lo que los trabajadores interpretaron que debían cobrar boleto, algo
que no estaban dispuestos a realizar ya que pretendían mantener esa
medida de fuerza.
En consecuencia decidieron volver a marchar hoy
a la autopista Panamericana para protestar cortando el tránsito, tal
como lo hicieron anteayer, cuando fueron desalojados por Gendarmería en
medio de graves incidentes en los que se registraron heridos y
detenidos.
La línea 60, que une Constitución con Tigre y también
con Escobar, transporta a 250.000 pasajeros todos los días pero desde el
23 de junio los colectivos dejaron de salir a la calle por un conflicto
con la empresa Monsa controlada por el grupo Dota.
Los
trabajadores denunciaron un "lock out" patronal al impedirles sacar los
colectivos a la calle sin cobrar boleto, mientras que la empresa aseguró
que los choferes habían "usurpado las terminales" y que los colectivos
que salían a la calle "no reunían las mínimas condiciones de seguridad".
En
el medio hubo una medida de conciliación obligatoria que no fue acatada
por las partes al no retrotraerse el conflicto a su inicio y medidas
judiciales que impidieron a los trabajadores sacar los colectivos.