Sin embargo, este miércoles, el recorrido hasta el tercer piso de los
tribunales de retiro tendrá una impronta nueva para la militante
macrista. Es porque por primera vez deberá llegar hasta el despacho de
un juez en calidad de imputada. Ese juez es Luís rodríguez, quien la
indagará por el presunto delito de encubrimiento en la causa que
investiga si Juan José Aranguren benefició a la empresa Shell con los
aumentos de tarifas y la compra directa de gas a Chile. El ex ministro
de Energía de Mauricio Macri había sido directivo de la petrolera y
cuando asumió aún tenía acciones en la firma por más de trece millones
de pesos.
El juez de instrucción número 9 investiga si Aranguren
incurrió en el delito de negociaciones incompatibles con la función
pública con su decisión de incrementar los combustibles mientras aún
tenía las acciones clase A en Shell y por la importación del fluido en
forma directa. Por su parte, Laura Alonso habría encubierto al ex
funcionario.
Mientras Aranguren rompió el hielo de las
indagatorias en el expediente la semana pasada, este miércoles será el
turno de Alonso, quien seguramente argumentará que en su momento firmó
un dictamen en el que le recomendaba al exCEO vender su participación en
la empresa para evitar conflicto de intereses.
Alonso había
dictaminado que era aconsejable que Aranguren se deshaga de sus
acciones, pero que no era un delito que las conservara, argumento que
fue repetido por el exministro ante el magistrado. Sin embargo, según la
denuncia presentada en 2016 por los Diputados Rodolfo Tahilade y Mario
Doñate, la ex directora de Poder Ciudadano hizo caso omiso a las
advertencias que habían ingresado formalmente por la ventanilla de la
OA, un mes antes de la decisión de la compra de gas a Chile.
Dudas sobre la venta de las acciones
Mientras
Aranguren dijo en el juzgado -y luego en declaraciones a la prensa- que
tiene “la conciencia tranquila” porque "los aumentos de tarifas
redujeron los subsidios que debía poner el Estado", la lupa de los
investigadores está puesta no sólo en si benefició a la compañía de la
que había sido parte antes de asumir en el Estado, sino además si
efectivamente vendió sus acciones como anunció el propio Presidente de
la Nación cuando estalló el escándalo y tras la “recomendación” de la
Oficina Anticorrupción. Y, si lo hizo, quién fue el comprador.
Según
dijo durante la indagatoria, se desprendió de la participación
accionaria el 12/09/2016 y ese mismo día delegó todas las decisiones que
involucraran a Shell en el Ministro Francisco Cabrera. En concreto lo
que hizo fue vender por plataforma electrónica y, según él, frente a
escribano público. Sin embargo, según pudo saber Página/12, Aranguren no
acreditó la venta en el expediente. Es decir, no adjuntó documentación
que respalde sus dichos. Pero además, el punto central es que no se
puede saber exactamente quién compró esas acciones, ya que cuando una
compra/venta de un paquete es menor al 5% del patrimonio total de una
firma no hay obligación de comunicar la operación a la Comisión Nacional
de Valores. Por lo tanto, podría haber comprado una empresa de carpeta
en la cual Aranguren es accionista o beneficiario final. Es decir,
podría haber sido una simulación de venta para acallar las críticas y
sacar las acciones de su patrimonio para que dejen de figurar en la
declaración jurada de bienes.
Operaciones como estas, de venta
minorista en el mercado de acciones, se hacen todos los días. Siempre
queda un registro entre los operadores bursátiles, pero el problema es
que no es información pública, por lo que seguramente será uno de los
ejes que deberá profundizar la investigación. Incluso, en junio de 2016
fue presentada una ampliación de la denuncia en este sentido.
Aranguren
está imputado por al menos ocho hechos y ahora resta definir su
situación procesal, lo que sucederá recién después de la declaración de
Laura Alonso. El ex funcionario estrella de la primera etapa del
gobierno de Macri fue el artífice y férreo defensor de los tarifazos que
beneficiaron a las empresas energéticas y petroleras.
Antes de
pasar al otro lado del mostrador desarrolló la mayor parte de su carrera
empresarial en Shell Compañía Argentina de Petróleo S.A. Ingresó en la
firma en el año 1979 e hizo carrera hasta ocupar el puesto de presidente
de la filial argentina en 2003, lugar que ocupó hasta junio de 2015.
Alonso,
por su parte, deberá enfrentar la primera indagatoria por su polémico
accionar al frente de la Oficina Anticorrupción, desde donde se ocupó de
perseguir y lograr encarcelar a funcionarios del gobierno anterior,
mientras que no impulsó un solo expediente que involucrara a la gestión
que se va el próximo 10 de diciembre.