El 54% del ajuste será para pagar intereses de la deuda y cambian condiciones de canje
El Gobierno quiere modificar una cláusula sobre reestructuración de pasivos por Ignacio Ostera- Bae
El Presupuesto 2019 presentado ayer por el Gobierno nacional estipula un ajuste de $358.039 millones en el resultado fiscal primario, ahorro que se utilizará en un 54% para pagar casi $200.000 millones más en intereses, la segunda partida más voluminosa de la ley de leyes después de las jubilaciones y pensiones.
De acuerdo al texto girado al Congreso, los gastos destinados a los
servicios de deuda subirán un 49% respecto al 2018, al totalizar
$593.016 millones. A pesar de que el oficialismo planteó que el año que
viene habrá "déficit 0", el rojo financiero trepará a más de $600.000
millones, lo que implicará una mejora del 21% frente al registrado en el
Presupuesto anterior.
Estos números reflejan la peligrosa dinámica
en la que entró el endeudamiento del sector público y que el propio
Gobierno reconoce en la ley de leyes. Es que por la suba en el tipo de
cambio, el stock de los pasivos se disparó más de 30 puntos en relación
del PBI, al pasar de 57,1% a 87% del producto.
En ese sentido, el
Ejecutivo introdujo una llamativa modificación al artículo 65 de la ley
24.156, que establece que las reestructuraciones deben implicar una
mejora en las condiciones ya sea en los plazos, los montos o la carga de
intereses. Sin embargo, el Presupuesto 2019 plantea que un eventual
canje ya no deberá cumplir con dos de esos tres requisitos sino que
podrá llevarse adelante "atendiendo a las condiciones imperantes del
mercado financiero".
Efecto dólar a $40
Las proyecciones que
figuran en la ley de leyes en relación al año próximo incorporan el
efecto macroeconómico de la devaluación, el nuevo piso del dólar en $40 y
los condicionamientos del Fondo Monetario Internacional. El ministerio
de Hacienda pronostica un tipo de cambio de $40,10 en 2019 y una
inflación promedio del 34% que, medida "punta a punta" en diciembre
arrojaría un alza en el índice de precios del 23%, "significativamente
por debajo de la de 2018", que ya sumó 34% hasta agosto.
Esto
implicaría una baja en el tipo de cambio real multilateral del 8%, desde
los niveles "máximos" que consiguió actualmente con la suba sin respiro
del dólar.
Según el Presupuesto, de esta manera se conseguirá una
mejora en la balanza comercial, que volverá a tener superávit por unos
u$s5.800 millones, por un avance del 19% en las exportaciones, muy
superior al 2,3% que subirían las importaciones. Así, el déficit de
cuenta corriente se reduciría un 50% desde los u$s22.400 millones de
este año hasta llegar a los u$s9.900 millones el año que viene, gracias a
un tipo de cambio más competitivo y la recuperación de los envíos a
Brasil y del sector agrícola.