Según un informe del propio Ministerio, se retiraron 1800 efectivos del operativo Escudo Norte, que tiene como objetivo la lucha contra el narcotráfico. Mientras el Gobierno inspecciona en distintos países para comprar un enorme listado de equipamiento militar, el ministerio de Defensa comenzó a llevar a cabo un excesivo plan de ajuste, que incluye el retiro de 1800 efectivos del plan Escudo Norte, que tiene como objetivo reforzar la vigilancia de las fronteras para luchar contra el narcotráfico, así como también interrumpió el plan de remotorización de los aviones Pucará.

Según un informe que el ministerio presentó ante la jefatura de Gabinete, Defensa planifica recortar unos 4600 millones durante este año, en donde se destaca la venta de edificios, la interrupción de tareas de mantenimiento en aviones, el repliegue de efectivos en la frontera y la suspensión de la fabricación de radares en el país, uno de los ambiciosos proyectos que se mantenía de la gestión anterior.

Uno de los puntos más controvertidos fue el repliegue de 1.800 efectivos militares que realizaban tareas de vigilancia en la frontera en el marco del Operativo Escudo Norte, en donde Defensa anunció entre bombos y platillos que se ahorrará 160 millones de pesos.

En este sentido, los especialistas aseguran que con el retiro de los casi dos mil efectivos queda "liberada" la zona fronteriza para las tareas de lucha contra el narcotráfico, aunque desde la cartera que dirige Martínez aseguraron que se trata de un "repliegue necesario para cumplir con la ley".

Como contrapartida de esto, desde el Gobierno aseguró que destinará los fondos a la compra de equipamiento militar y armamento, tarea que comenzó a llevar adelante al enviar el poderoso listado a los Estados Unidos, y que quedó en "stand by" al ser denunciado penalmente.