El ex legislador nacional también consideró que "seguir aumentando los
precios porque va a haber una devaluación, que no sabemos de qué
magnitud va a ser", no tiene razón de ser, sobre todo cuando "se trata
de productos nacionales, no son productos importados", actitud que a su
criterio “demuestra que los buitres no están sólo afuera, también los
tenemos adentro".
"Estamos en un período complicado, con un
gobierno que se va y que debería actuar hasta el último día y no lo está
haciendo; y un gobierno que tampoco puede actuar porque todavía no ha
asumido", cuestionó Polino.
Por su parte, el ministro de
Economía, Axel Kicillof, dijo que el Gobierno “intensificó los controles
con los instrumentos que tiene, las leyes de defensa del consumidor,
las nuevas normas de producción, distribución y consumo, y los acuerdos
con los empresarios en Precios Cuidados”.
El diputado nacional
electo por la Ciudad de Buenos Aires aclaró, sin embargo, que “es tarea
del próximo gobierno generar las coordenadas de la economía y los
instrumentos para que los empresarios no tomen conductas especulativas”
pero le endilgó a las futuras autoridades la responsabilidad de “generar
expectativas tan desfavorables” con “anuncios de cambios muy grandes en
distintas variables”.
Tras insistir que “no se relajaron los
controles”, Kicillof sostuvo que los empresarios “están tratando de
acomodar sus precios a los que estiman que será la realidad económica en
pocos días”, luego de los anuncios de “shock, devaluación y caída de
retenciones que afectan los costos”.
En esa línea, el titular de
la Federación Panaderil de la provincia de Buenos Aires, Emilio Majori,
hizo referencia a la suba de precios de los productos derivados de la
harina, y en ese sentido afirmó que "hay un exabrupto donde la harina
pasó a valer de 120, 130 pesos hasta 300 pesos" la bolsa.
El
dirigente sostuvo que "en este momento hay una expectativa muy notoria
en el aspecto en que hay un movimiento político y estábamos marginados,
estábamos retrasados en los precios; muy por debajo de lo que teníamos
que valer, fundamentalmente la harina".
Consultado sobre si cree
que la harina va a bajar de precio en algún momento, Majori respondió:
"pienso que no se va a corregir; es muy difícil que se corrija esta
tendencia a la suba".
Por su parte, la Asociación de Pequeños y
Medianos Empresarios (APYME) llamó a los consumidores a "no convalidar"
los aumentos al advertir una "actitud especulativa y de abuso de las
posiciones dominantes en el mercado".
"En la última semana se
acentuó la suba de precios en el mercado interno con incrementos
promedio de un 25 por ciento que afectan, fundamentalmente, a la canasta
básica de consumo familiar. Alimentos panificados, pastas frescas y
secas, aceites, carnes vacunas y aviares lideran las subas que se vienen
produciendo a causa de los aumentos de la harina y el maíz", indicó
Apyme en un comunicado.
La entidad agregó que "estos precios
comenzaron a subir ante la perspectiva, favorable a grandes
exportadores, de que el próximo gobierno pondrá fin a la regulación del
tipo de cambio y levantará gran parte de las retenciones a las
exportaciones agropecuarias, sin aplicar medidas regulatorias en el
mercado interno".
"Las subas en otros alimentos de primeras
marcas, como enlatados, conservas y gaseosas, no encuentran otra
explicación que una actitud especulativa y de abuso de las posiciones
dominantes en el mercado. Asimismo, se ha denunciado una abrupta
remarcación de frutas y verduras en grandes cadenas de
comercialización", señaló el comunicado.
Las entidades que se
pronunciaron, en general, vincularon las actitudes especulativos de los
formadores de precios a la perspectiva de liberalización cambiaria y
comercial con la llegada de la nueva administración el próximo 10 de
diciembre.
En lo que respecta a la carne, Miguel Schiariti,
presidente de la Cámara de Industria y Comercio de Carnes (Ciccra), dijo
que los precios del sector “han aumentado por encima de lo razonable
esta semana”, porque hubo una “exageración de las expectativas”.
No
obstante, Schiariti consideró que “en una semana o 15 días esos valores
se van a retrotraer, no a los 19 pesos promedio por kilo vivo de
semanas atrás, quizás a 21 o 22, ya que lo que se paga hoy en el mercado
está por encima de los valores lógicos para este época del año y esta
situación económica del mercado interno”.
El empresario recordó
que la producción de carne vacuna se destina en un 95% al mercado
interno, y estimó que el consumo local “no va a soportar el aumento y
que el asado llegue a 140 pesos el kilo”, por lo que estos precios
tenderán a retroceder.