El gobierno nacional consiguió U$S 1.500 millones en la colocación de
deuda a 10 años, para infraestructura y viviendas, de los U$S 500
millones originalmente anunciados.
"Los medios opositores viene
quemándole la cabeza a los argentinos que a la Argentina no le iba a
prestar plata nadie, porque los buitres son una gran amenaza y tienen
mucha fuerza y poder", indicó Kicillof a radio Nacional, al tiempo que
subrayó que "hay que tener un poquito de espíritu patriótico y de amor
por la Argentina. Si le va bien a los buitres, le va mal al país".
Recordó
que "cuando se hizo el megacanje, en época en que Fernando de la Rúa
era presidente y Domingo Cavallo su ministro de Economía, lo aplaudieron
de pie los mismos medios que ahora hablan mal", y puso de relieve que
ese empréstito "se tomó al 15% anual" e incrementó la deuda argentina en
U$S 55.000 millones.
El ministro señaló que "los buitres
movieron cielo y tierra para que la Argentina no consiguiera fondeo
internacional", e ironizó que "lo despertaron al juez Griesa y lo
hicieron venir en camisón y amenazar a los fondos que iban a invertir en
el país, pero no sirvió de nada".
"Salimos a buscar fondos al
mercado y hubo una buena reacción", aseguró Kicillof, al tiempo que
precisó que "el endeudamiento lo vamos a usar para hacer obras de
infraestructura de largo plazo que beneficien la competitividad de
Argentina, no se va a usar para la bicicleta financiera".