"Se encontraron rastros de sustancias combustibles y se estableció que
el foco del fuego se produjo por dispositivos colocados al efecto, ya
que también se encontraron restos de conductores y transformadores de
energía, que no se correspondían con partes de equipos del lugar",
agregaron.
El informe de la Policía Federal ratifica el realizado
por especialistas del Instituto Nacional de Tecnología Industrial
(INTI), mientras que aún resta el trabajo del equipo de la Universidad
Tecnológica Nacional (UTN).
El inspector que había pedido la
clausura del galpón de Barracas en 2008, Edgardo Castro, explicó que los
peritajes muestran lo que él dijo hace un año: "La única forma en que
se pudo generalizar así el fuego es si hubo intencionalidad".
"Para
quemar media manzana en 10 minutos o menos no hay otra forma que no
haya sido intencional", ratificó en declaraciones a Télam y mencionó que
en el depósito de la calle Azara hubo "cuatro o seis focos" provocados
"por un especialista que sabía lo que estaba haciendo".
"Si el
foco hubiera sido puntual por un incidente, como un cortocircuito por
ejemplo, los bomberos lo hubieran apagado fácilmente", manifestó.
Castro criticó las demoras en las pericias y responsabilizó a la fiscal Sánchez "de querer proteger al Gobierno de la Ciudad".
"El
gobierno porteño tiene una relación de negocios, premios y subsidios
con Iron Mountain por lo que hay un tendencia definida de proteger a la
empresa", manifestó.
A las 8.15 del 5 de febrero del 2014, cuando
las llamas ya habían tomado la totalidad del depósito de documentación,
varias dotaciones de bomberos de la Policía Federal y los voluntarios
de Vuelta de Rocha y de La Boca acudieron al depósito en Barracas.
Diez
bomberos y rescatistas esperaban poder ingresar por una de las
entradas, pero se encontraron con que el portón estaba herméticamente
cerrado. Mientras esperaban órdenes y evaluaban la situación, una
gigantesca pared de más de diez metros de alto se derrumbó sobre la
vereda, consumida por las llamas que superaban con creces esa altura.
El
impacto de los escombros acabó con la vida del comisario inspector
Leonardo Day; de la subinspectora Anahí Garnica; de los cabos primero
Eduardo Adrián Conesa y Damián Véliz; de los agentes bomberos
Maximiliano Martínez y Juan Matías Monticelli; de José Luis Méndez
Araujo del Cuartel de Bomberos Voluntarios de Villa Domínico.
También
de Sebastián Campos y Facundo Ambrosi del Cuartel de Bomberos
Voluntarios de Vuelta de Rocha, y del rescatista Pedro Báricolo de
Defensa Civil del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Antes
del incendio en Barracas, la empresa Iron Mountain tuvo siete incendios
en 17 años en el mundo, uno de los más importantes el que ocurrió el 12
de julio de 2006 en la zona de Bow, este de Londres, que según la
crónica de la cadena BBC provocó llamas de hasta 10 metros que “pudieron
verse en toda la ciudad”.
La investigación del departamento de
bomberos (London Fire Brigade) sobre ese siniestro también concluyó que
el fuego pudo ser provocado de forma intencional y encontró serias
irregularidades, como la deshabilitación del sistema principal y
alternativo de rociadores automáticos.