En ese sentido, anticipó respecto al nivel de tasas que impulsará la
entidad que “en la medida en que las expectativas fogoneadas desde
sectores especulativos vayan reduciéndose, vamos a tener más margen para
reducir las tasas. Hay que hacerlo cuidadosamente, es un mecanismo
delicado. Quiero ser gradual, pero que cada baja sea consistente”.
A
pesar de la estabilidad de los últimos meses, Vanoli descartó que haya
sido motivo de un atraso cambiario al afirmar que “decir que no se va a
devaluar implica que el mercado no va a determinar el tipo de cambio por
sí solo, sino que se va a ir ajustando en función del contexto,
teniendo en cuenta también las variables que afectan la competitividad”.
“Con
el tiempo, y con una estabilidad más consolidada, se podrán evaluar
otras alternativas. Mientras tanto, hay herramientas como las
retenciones o los reembolsos, para atender las distintas rentabilidades
que presenta el país por zonas”, agregó el funcionario.
Al
referirse a la supuesta relación entre emisión monetaria e inflación,
Vanoli precisó que “tanto durante 2014, como lo que se prevé para 2015,
el comportamiento de los agregados monetarios se desaceleró mucho
respecto de años anteriores. El crecimiento de la base monetaria fue del
22 por ciento; una política neutral respecto de la evolución de los
precios”.
En ese sentido, insistió: “De ninguna manera se ve un
sesgo expansivo. Respecto de los agregados monetarios, proyectamos un
crecimiento de dinero transaccional vinculado con la bancarización y la
confianza en el peso que redunde en más depósitos. Creo que las causas
de la inflación no son de índole monetaria. La teoría monetarista no
representa la realidad cuando trata de explicar las causas de la
inflación”.
Por el contrario, entendió que en la suba de precios
del último año “mucho tuvo que ver esta lógica especulativa sobre el
tipo de cambio, que se desarmó, pero provocaba fuertes expectativas de
devaluación. Tuvo que ver la puja distributiva, con cuellos de botella
en algunos sectores, con márgenes abusivos y con factores monopólicos u
oligopólicos que facilitaron la remarcación de precios”.
Finalmente,
Vanoli también se refirió a las limitaciones a la compra de divisas
para ahorro y expresó que “la prioridad en el uso de divisas la
establecen las necesidades de la economía argentina: importaciones e
inversiones en primer lugar, luego la cuestión financiera. Ahora es
necesario fortalecer esta calma cambiaria, por lo tanto descarto medidas
espectaculares en el corto plazo”.