"Es llamativo que la Cámara Minera (CAME) reclame reglas claras cuando
en 2003 era una actividad abandonada y la política sectorial permitió
crecimientos récord: el producto bruto creció 120%, exportaciones 210%,
los proyectos pasaron de 40 a 700 y las empresas se incrementaron en 50%
propiciando la creación de 2200 PyMEs y 450.000 empleos".
Es
incomprensible -prosiguió De Vido- que coincida con esa visión el
titular del Comité Argentino del Consejo Mundial de Energía (Cacme),
Jorge Feriolli, quien pidió un marco para los hidrocarburos que sea
fruto del consenso, sólido y estable, como si la nueva ley no fuera
producto de un amplio debate en el Congreso, salvo que él tenga un
ámbito diferente para discutir una ley y no pueda expresarlo.
Durante
los '90 Argentina fue exportador neto de energía con libre
disponibilidad de divisas bajo un escenario de falso autoabastecimiento
cuya contracara era 54% de pobreza, 25% de desocupación, mitad de la
población excluida de los servicios y cierre de 220.000 empresas,
sostuvo el titular de Planificación.
"Si un escenario de reglas
claras es ese último, indudablemente no es una propuesta positiva para
los argentinos", consideró De Vido.
No obstante, el funcionario
consideró aún más llamativo el planteo de Techint, entidad que sostuvo
que el mercado le va a ganar al Estado para luego terminar con un
postulado de la dictadura, según el cual el debate es cómo liberar las
fuerzas productivas, lo que demuestra la vocación de mercado dominante
de Techint, que concibe como solución imponerse sobre el resto, sobre el
Estado, que somos todos los argentinos, afirmó el ministro.
En
realidad, quieren derrotar a la política para después ir por el Estado,
explicó el funcionario, quien reseñó que en los últimos 10 años el
sector tuvo un desarrollo récord, que será la herencia que deja el
modelo.
"La actividad aumentó su producción global más de 150%,
la ocupación se incrementó 97%, se triplicaron las exportaciones y la
cantidad de empresas se sumó 52% desde 2003", agregó.
"Quienes
aplaudieron la desafortunada frase estarán impulsando el regreso al auge
neoliberal que permitió que empresas grandes como Techint abandonen las
actividades productivas para convertirse en meros agentes de la
especulación financiera", apuntó De Vido desde su artículo.
"En
ningún lugar, incluso Estados Unidos, un industrial diría eso porque
atenta contra sus intereses, la república y la democracia", concluyó.